En una conversación muy amorosa, el Señor Brahma le dijo a Narada:
“No veo ninguna persona en este universo entero que sea objeto de la misericordia de Bhagavan como Mahadeva Shiva, quien es famoso por ser Su amigo. Siempre intoxicado con el rasa de pies de los pies de loto de Sri Krsna, Shiva ha rechazado los cuatro objetos de la búsqueda humana así como los disfrutes que acompañan la opulencia. Él come semillas venenosas, se adorna con una guirnalda de cráneos, su cuerpo está desnudo y manchado con cenizas. Él vaga por doquier como un loco. Él lleva en su cabeza el río Ganges que lava los pies de Visnu y cuando él baila alegremente pareciera que el universo todo tiembla. Por la misericordia de Sri Krsna él no solamente puede conceder la liberación, como su esposa Parvati también puede hacerlo. En mi opinión, quien ve a Shiva como siendo diferente del Señor Krsna comete una gran ofensa. Bhagavan perdona las ofensas dirigidas a él, pero él nunca perdona las ofensas dirigidas en contra de Shiva. Cuando Shiva pasaba por peligros ocasionados por demonios como Tripurasura y Vakasura fue El Señor Krsna que le protegió, muy complacido con las palabras que Sri Krsna le dirigió a Él. De esa manera, el Señor Krsna es conquistado por la dedicación de Shiva y por eso asume formas como las de Parasurama solo para adorarlo. El Señor personalmente ha hecho los arreglos para que Shiva bebiera el veneno de manera que los Prajapatis le iban a adorar.”
Al escuchar esa calorosa descripción del Señor Brahma, Narada decidió irse a la montaña Kailasa. Sabiendo de eso, el Señor Brahma dijo:
“ Shiva Loka está situado más allá del tope del universo material. Es eterno, dichoso y solamente los más grandes sirvientes de Shiva pueden entrar allí. Shiva está siempre rodeado por sus asociados quienes son tan gloriosos y espléndidos como él. Allí el Señor Shiva adora a Shankarshana Bhagavan, quien no es diferente de él. Usted Narada, es un devoto puro del Señor Shiva, por lo tanto tiene el permiso de irse allí. Vaya, tome abrigo de Shiva y vea por sí mismo como él es el objeto verdadero de la misericordia de Sri Krsna.”
Muy feliz con su decisión, Narada entonces se dirigió a Shiva Loka, cantando los nombres de Shiva.
En Shiva Loka el Señor Shiva permanecía absorto en su adoración a Shankarshana, bailando en éxtasis. Sus seguidores, dirigidos por Sri Nandisvara le glorificaban cantando y tocando instrumentos musicales. Parvati creaba un ritmo encantador con sus karatalas. Viendo eso, Narada, lleno de júbilo, agarró a su vina y empezó a tocar. Mientras tocaba repetía: ‘Usted es el más grande recipiente de la misericordia de Sri Krsna.
Cuando Narada se acercó a Rudra para tomar el polvo de sus pies de loto, el Señor Shiva lo abrazo y dijo: ¡Hijo de Brahma!,¿cuáles son las noticias?’
De esa manera, Shiva llevó Narada a otra parte, se siento en el grama kusa en la postura de yoga virasana y Narada prestó sus respetos y empezó a glorificar al Señor Shiva como el amo del universo y el recipiente de la misericordia de Sri Krsna.
Al escuchar esa glorificación, el Señor Rudra cerró sus oídos porque no quería escuchar sus propias glorias. Él es muy humilde y solo quiere escuchar las glorias del Señor Krsna. Por eso dijo:
“Yo no soy el amo del universo, ni el objeto de la misericordia de Krsna. Yo siempre deseo la misericordia de Sus sirvientes.”
Al escuchar eso, Narada cesó inmediatamente sus oraciones y dijo:
“En verdad, usted sabe muy bien las glorias de Bhagavan y de sus devotos, y usted también enseña esos misteriosos a todos. Por lo tanto incluso el mejor de los Vaisnavas anhelan por su misericordia. Además, el mismo Krsna, complacido con usted, le glorifica.”
Al escuchar eso, el Señor Shiva no pudo contenerse y cubrió la boca de Narada diciendo: “No describa mi impudencia. La opulencia de los pasatiempos de Krsna son inconcebibles. Aún yo he cometido inumerables ofensas, todavía el sigue dándome Su favor .”
Narada no pudo contenerse, agarró a los pies del Señor Shiva y pidió que el se sentara nuevamente. Entonces siguió glorificándole: “Usted es muy querido para el Señor Krsna y nunca lo ha ofendido.
Bhagavan le ha dado a usted y a la diosa Durga el poder de otorgar liberación por la cual los semidioses están rogando siempre. A pesar de tener opulencia inmensa, usted sigue caminando como un avadhuta. Con el sentimiento de Krsna Prema usted baila desnudo con su esposa y asociados. Todo eso lo confirma que usted es muy querido para el Señor Krsna y muchos otros llegarán a ser queridos por Él debido a usted. También por la misericordia de Parvati muchos llegaran a tener devoción por Krsna. Sri Krsna ama a Parvati como su propia hermana. Usted y la madre Parvati están siempre realizando kirtana.”
Shiva entonces dijo: “¡Oh Nårada, usted ha abandonado todo el orgullo! ¿Pero quién soy? Soy tan orgulloso que me considero el amo de este mundo, el más dotado de conocimiento, el concededor de la liberación. Y cuando llega la terrible época de la destrucción del universo entero me siento avergonzado de realizar mi deber en el modo de la ignorancia y destruir todo. !Oh Nårada!, si poseyera incluso una partícula de la misericordia de Sri Krsna ¿porqué habría luchado con Él por causa de la flor parijata y el secuestro de Uma? ¿Si fuera realmente el recipiente de su misericordia, por qué él adoraría a su propio criado? Y ¿porqué él me habría pedido para asumir la forma de Shankharacharya y inventar una filosofía para hacer a la gente contraria a él? Usted nos glorifica a mí y a Parvati porque concedemos la liberación, pero en verdad esa liberación es horrible y sólo trae dolor a los oídos de los devotos. Los verdaderos recipientes de la misericordia de Sri Krsna son los residentes de Vaikuntha. Solamente los que están libres de todo el orgullo pueden adentrar en ese reino de Vaikuntha, donde el miedo es desconocido, donde todo es sac-cid-ananda y más allá de los modos de la naturaleza material. Esos devotos asumen la forma de pájaros y árboles, para estar eternamente en servicio a Bhagavan en Vaikuntha. Los residentes y todos los objetos allí poseen el supremo prema por los pies del loto de Sri Krsna. Por eso los habitantes de son los objetos verdaderos de la misericordia de Sri Krsna. Los devotos rasika son expertos en disfrutar de las melosidades de Bhakti, aunque posen cuerpos materiales hechos de los cinco elementos. Debido a la fuerza de su hari-bhakti, están libres de las tres deudas – a los semidioses, a los sabios y a los antepasados. En verdad eses devotos son muy queridos para mí y vivo rogando por su asociación. En verdad yo creo que donde quiera que residan los devotos allí es Vaikuntha.”
En ese momento, Parvati dijo: “Y se sabe bien que de todos los residentes del Vaikuntha, Laksmi Devi es la más querida para Él. Ella es la reina de Vaikuntha. Ella eternamente reside en su pecho hermoso. La esposa fiel acompaña a su marido en todas sus encarnaciones.”
Oyendo esto, Narada Muni dijo en voz alta: “!Sri Kamalakanta Bhagavan ki Jaya! ¡Devotos habitantes de Vaikuntha ki jaya! ¡Todas las glorias a la reina de Vaikuntha, Laksmi Devi!”
Entonces Narada se levantó para irse a Vaikuntha. Cuando Shiva percibió su intención le previno agarrando su mano y diciendo: “!Oh Nårada!, en la gran impaciencia de recibir el darshana de los estimados asociados de Sri Krsna su memoria le ha fallado. Usted no sabe que en el momento Bhagavan está residiendo en Dvaraka? Sri Krsna es Svayam Bhagavan y Maha Laksmi es Rukmini. Rukmini es diosa de la fortuna original, quien eternamente sirve a los pies de loto de Sri Krsna. !Oh brahmana! , siéntese que yo le susurraré un gran secreto en su oído – escuche por favor con gran fe. Más que su padre Brahmaji, o que la misma Laksmi, o que Garuda y el resto de los devotos, Prahlada es el objeto de la misericordia de Sri Krsna. Es bien sabido en el universo entero que él es muy querido para Sri Krsna. El propio Bhagavan ha dicho que Prahlada es Su devoto ideal. Todos han podido percibir eso cuando Hiranyakashipu fue muerto. Visnu quiso darle bendiciones, pero lo único que Prahlada le pidió fue bhakti.
Ahora vaya rápidamente a Sutalaloka y felicite Prahlada y consiga su bendición. Abrácelo y dígale que también lo abrazo repetidas veces.”
De esa manera, Narada se dirigió a Sutaloka.